Mi despido
En este primer mensaje, me gustaria dar a conocer la sensacion de impotencia, la dejadez y las vueltas que se le da a la cabeza cuando despues de 5 años una empresa te despide.
Habria primero que entender y aceptar el despido, pero es duro, muy duro.
Aceptarlo, no te queda otro remedio, por mucho que intentes luchar por que no sea asi, estas en la calle. El dia que me despidieron a mi, nada hacia presagiar tal desenlace. Todo el mundo sabia que alguien tenia que ir a la calle, pero nadie queria ser el 1º. Recuerdo que fui a trabajar como todas la mañanas, con ilusion, entusiasmo y ganas, muchas ganas, como cada dia desde hacia 5 años, pero cuando a las 14 horas de ese dia, casi terminada la jornada, aparecieron el dueño y el administrador, un escalofrio recorrio mi cuerpo, porque sabia a que venian, pero tenia la esperanza y la logica de mi parte para no ser yo.
Esta empresa, para desgracia de mi, no actua con logica, me despidio a mi en lugar de a alguien que llevara menos tiempo o que trabajara peor que yo.
Porque deberia ser asi??? Esta claro, por costes a la hora del despido, les sale mas barato uno que ha entrado mas tarde, no??
Cuando se abrio la puerta del despacho y me nombraron, toda mi ilusion, entusiasmo y esperanza se desplomaron.
En ese instante mi cabeza hizo un repaso rapido a mi vida y solo podia detenerse en 3 causas:
.- Mi hijo de 15 meses
.- Mi mujer
.- Mi casa
Solo esas 3 cosas tenian cabida en mi, como salir adelante para salvaguardar esos tesoros.
Por un instante pense en como haria para no perder la casa, como pagaria la hipoteca, que haria para vestir o dar de comer a mi hijo, en como haria comprender a mi mujer este despido si ni yo mismo lo entendia.
Entre en el despacho y lo intente comprender, pero desde luego lo que menos me ayudo fueron los comentarios del jefe o del adminisrador, (No te preocupes que si tenemos trabajo te llamaremos, no tenemos nada contra ti, pero ha bajado el trabajo, eres buen trabajador, nos duele porque ademas tienes un niño pequeño...)
FARSAS y MENTIRAS, eso es lo unico que entraba en mis oidos.
Cuando firme la carta de despido y sali de alli, tuve que llorar. De rabia, de dolor por no saber que decir o como hacer entender a mi familia lo que me habia pasado, cuando ni yo lo entendia.
Decisiones como esas, hacen que cada vez los trabajadores tengan menos ganas de dar el 110% en el trabajo, ya que a la hora de la verdad, no lo valoran.